La cefalea tensional es un dolor de cabeza de origen no vascular, asociado a tensión o estrés emocional y a contracturas y puntos gatillo en la musculatura cervical.
El dolor suele ser bilateral, aunque también puede ser unilateral, y se manifiesta en las regiones frontal, temporal y occipital de la cabeza y cuello. En ocasiones el paciente refiere dolor hacia la zona dorsal y el hombro, o se irradia hacia el brazo en forma de parestesias, como si se tratara de una afectación radicular, y a veces incluso aparecen mareos y alteraciones visuales y del equilibrio. Estos últimos son más propios de las cefaleas fuertemente influenciadas por síndrome miofascial o puntos gatillo cervicales. El paciente se queja de presión en la cabeza y rigidez o tensión en la nuca (zona suboccipital), no necesariamente intenso hasta el punto de ser incapacitante, pero sí constante. La movilidad cervical está restringida y el dolor aumenta al estirar la musculatura implicada. Los episodios pueden tener una duración de unos minutos a días, y según su frecuencia se dan hasta 15 días al mes, y puede volverse crónica hasta aparecer casi a diario.
La cefalea tensional es uno de los tipos de dolor de cabeza más frecuente, con una prevalencia del 78% en la población general, afectando por igual a hombres y mujeres, especialmente entre los 30-39 años. En niños la prevalencia varía entre el 10 y el 25%.
El fenómeno desencadenante de este tipo de cefaleas suele ser la tensión física o psicológica derivada de una situación personal difícil (divorcio) la personalidad del paciente (trastornos obsesivos, ansiedad o depresión) por sobrecarga laboral, posturas mantenidas y gestos que generan tensión cervical (ordenador, mirar mucho el móvil, mala ejecución de ejercicios abdominales o cargar mucho peso en el gimnasio en movimientos por encima del hombro…), o incluso traumatismo craneal (accidente de tráfico)
A continuación paso a explicarte más detalladamente los posibles factores causantes de la cefalea tensional:
- Estrés tanto físico como emocional: Genera tensión, contracturas y puntos gatillo a nivel cervical, ocasionando dolor e incapacidad funcional. La somatización de emociones no ha de tomarse como que el individuo está loco o su dolor no es real, puesto que si lo es, sino que hemos de tratar la causa física y además ayudar al paciente a reconducir ese estrés para evitar que afecte a su bienestar físico.
- Fatiga o sobrecargas musculares: Mantener posturas incorrectas prolongadas que provocan sobreesfuerzo cervical (la cabeza en extensión como por ejemplo los pintores, adelantada ante el ordenador, en flexión por uso excesivo del móvil etc), desequilibrios musculares y alteraciones posturales (hombros enrollados y escápulas aladas presentan falta de tono muscular en musculatura dorsal y de ahí que haya mayor sobrecarga y aparezcan puntos gatillo), asimetrías (escoliosis, rectificación de la lordosis cervical por latigazo cervical provocado en un accidente de tráfico), alteraciones de la marcha, falta de sueño (causante pero también efecto secundario al dolor continuo) etc.
- Puntos gatillo de la musculatura cervical: Se sabe que más del 50% de los pacientes aquejados de dolor de cabeza y cuello de al menos 6 meses de evolución presenta puntos gatillo en trapecio y la porción esternal del esternocleidomastoideo principalmente, en menor grado en esplenio de la cabeza y el cuello, semiespinoso de la cabeza y el cuello, musculatura suboccipital y multífidos, y finalmente el digástrico y temporal. Cuando el dolor además se refiere hacia el hombro hemos de tener en cuenta la presencia de puntos gatillo en el angular del omoplato, infraespinoso y supraespinoso.
- Disfunción de la articulación temporomandibular (ATM), bruxismo (apretar los dientes, sobretodo por la noche). Explorar por la posible existencia de puntos gatillo en musculatura asociada a dolor orofacial como los maseteros, pterigoideos y el digástrico.
- Abuso de antiinflamatorios: Existe la cefalea ocasionada por consumo indiscriminado de AINES como el ibuprofeno.
- Exceso de consumo de alimentos con cafeína, el chocolate y el queso, excitantes…
- Elevado consumo de alcohol
- Tensión a nivel ocular: Alteraciones visuales (miopía), exposición prolongada a estímulos lumínicos (ordenador)
El tratamiento de fisioterapia de la cefalea tensional consta de:
- Electroacupuntura de Puntos Gatillo Miofasciales: Los músculos a tratar serían el trapecio superior y esternocleidomastoideo, y si existieran puntos gatillo asociados en esplenio de la cabeza y del cuello, multifidus y suboccipitales, así como musculatura de la cara como maseteros y pterigoideos. Relaja la musculatura, alivio del dolor, mejora de circulación, y ayuda a la reeducación de la contracción muscular, estimulando la regeneración del tejido y la recuperación de la funcionalidad. Es mejor opción que el uso de la punción seca profunda tradicional dada la alta irritabilidad de estos músculos. Si deseas saber más acerca de esta técnica, haz clic sobre este enlace a mi artículo de blog donde te explico detalladamente su uso y metodología.
- Punción Seca de Puntos Gatillo Miofasciales: Angular del omoplato, infraespinoso, supraespinoso etc, con respuesta más favorable a esta técnica que los mencionados anteriormente.
- Masaje de la musculatura Cervical y Dorsal. Relaja y proporciona sensación de bienestar (desestresante), mejora la circulación y el trofismo muscular.
- Termoterapia Profunda (Radar): Relaja la musculatura y mejora la circulación para estimular la regeneración del tejido, y disminuye la rigidez articular.
- Electroterapia TENS de Frecuencia Modulada: Analgésica, relajante y con efecto bioestimulante
- Ultrasonidos y Láser: Bioestimulación y antiinflamatorio
- Ejercicios de fortalecimiento de la musculatura cervical (Isométricos), tracción cervical manual, movilización de columna cervical, y estiramientos. Conseguiremos una mejora de la elasticidad y fuerza y resistencia.
- Vendaje Neuromuscular o Kinesiotape: Como refuerzo y contención de la musculatura tras punción seca.
- Osteopatía: Terapia manual osteopática para liberar bloqueos vertebrales y mejorar la rigidez articular, terapia craneal para disminuir la presión intracraneal y reducir la sensación de “embotamiento” de la cefalea, técnica miotensiva o de energía muscular de Mitchell para fortalecer la musculatura y reducir la hipertonía y la rigidez, mejorando la función músculo-esquelética.
Es conveniente realizar algunos cambios en el estilo de vida que pueden ayudar:
- Prestar atención a la postura al dormir y adquirir una almohada adecuada. La almohada ha de ser de tal altura y densidad que, una vez apoyada la cabeza, nos permita mantener una posición neutra o ligeramente flexionada en la posición supina (boca arriba), y que se adapte a la distancia entre el hombro y la oreja en la posición de decúbito lateral (de lado). Además, es conveniente que si duerme acompañado cada uno tenga su propia almohada, de manera que la cabeza del otro individuo no interfiera en lo explicado anteriormente. El descanso es imprescindible para una buena salud física y mental.
- Buena ergonomía e higiene postural: Delante del ordenador, procure colocar la pantalla a la altura de los ojos. Si utiliza un ordenador portátil procure incorporar un teclado externo (inalámbrico o por cable) que le permita mantener el ordenador alzado (colocando unos libros por ejemplo), y que al mismo tiempo posibilite escribir a la altura correcta para mantener los brazos neutros. En este caso también sería interesante utilizar un ratón externo para permitir una movilidad más libre del brazo derecho. Intentar hacer lo propio al leer, trabajar o realizar otras actividades.
- Parar durante los largos periodos de posturas mantenidas para estirar la espalda, mover el cuello y los hombros, y en general desentumecerse y descargar musculatura y articulaciones.
- Practicar ejercicio físico regularmente. Mantener un tono y una salud cardiovascular es importante para corregir la postura y ganar la fuerza y la resistencia necesarias para soportar la carga del día a día, y además aporta beneficios sobre el estado de ánimo y el dolor gracias a la liberación de hormonas como las endorfinas y la dopamina, que estimulan los centros cerebrales del placer, proporcionándonos bienestar. Deportes como el Pilates ayudan a tonificar y corregir la postura, y acudir al gimnasio y realizar actividades dirigidas nos ayuda a ejercitarnos mientras socializamos.
- Hacerse una revisión ocular y utilizar la graduación de gafas correcta en caso de necesitarlas.
- Aprender a manejar el estrés. Ejercicios de relajación, apoyarse en familiares y amigos ante problemas que nos sobrepasan, acudir a terapia psicológica…
- Llevar una dieta equilibrada, reducir la ingesta de excitantes y azúcares refinados.
Se recomienda visitar al médico para que haga un diagnóstico diferencial que descarte un cuadro de ansiedad y depresión, radiculopatías, atrapamientos nerviosos, inflamación de los senos paranasales, arteritis temporal, o patologías más graves como problemas con los vasos sanguíneos del cerebro (aneurismas, ACV), tumor cerebral, meningitis etc.
Para recibir un tratamiento farmacológico adecuado a cada caso es importante seguir las indicaciones médicas.
La resolución de las cefaleas tensionales no es fácil, especialmente si se han cronificado. Requiere de una valoración meticulosa y un abordaje de tratamiento bien estudiado y dirigido a corregir déficits funcionales para recuperar un estado de salud óptimo, y requiere además de una gran implicación activa del individuo, lo cual en ocasiones supone un tremendo esfuerzo por su parte, y no siempre es posible alcanzar. Hay que tener paciencia, perseverancia, y confiar en el fisioterapeuta. En Elena Miralles Centro de Fisioterapia tenemos mucha experiencia tratando cefaleas tensionales con un alto índice de éxito. Si ya no sabes que hacer para deshacerte de tu dolor de cabeza, llámanos, y déjanos ayudarte.